SALAMANCA, 15 DE OCTUBRE DE 2016.
FESTIVIDAD DE SANTA TERESA DE JESÚS, DOCTORA DE LA IGLESIA.
GRACIAS A TI …ES POSIBLE. 25 AÑOS O +.
Quiero compartir con vosotros la experiencia vivida el sábado, 15 de octubre, en Salamanca.
La Provincia de España, de la Congregación de las Hijas de Jesús, organizó un encuentro para los profesores que trabajamos en sus centros desde hace 25 años o más.
El lugar no podía ser otro: Salamanca. Cuna de la Congregación y donde Santa Cándida María de Jesús entregó su vida al Padre tras 41 años de vida consagrada a Él.
Llegamos allí desde A Coruña, Noia, Valladolid, Medina del Campo, Burgos, Pamplona, Salamanca, Madrid, Almería, Piedras Redondas y Elche.
Alegría, por volver a ver caras conocidas de otros encuentros que hemos vivido durante estos años y por conocer a compañeros que realizan la misma tarea educativa que un día comenzó la M. Cándida .
Nos recibió la Superiora Provincial, Mª Carmen Martín, con unas palabras llenas de profundidad que nos invitaban a dar gracias por todo lo vivido a lo largo de estos años y, a la vez, nos animaban para los que todavía quedan.
Cito sus palabras:”… gracias a ti, y a ti, y a ti… y a otros muchos que están en nuestros colegios cumpliendo años en educación, el proyecto que un día soñó la Madre Cándida hoy se va haciendo realidad en cada uno de nuestros centros
Lo celebramos y damos gracias.
Dar gracias es un acto que entraña muchos pasos. Me he atrevido a señalar estos cinco:
- Agradecer es recordar, pasar por el corazón la vida,
- acoger todo lo recibido,
- extraer lo mejor de todo ello,
- reconocer que en nosotros se han producido cosas maravillosas
- y es, al final, comprometerse con el futuro.
Desde la Congregación os damos las gracias a cada uno por vuestra entrega, porque con ella habéis contribuido a realizar el sueño de Santa Cándida, pero amigos, compañeros de camino, nos queda mucho por hacer tenemos un futuro por delante. Y ese futuro empieza cada día.
Gracias, hoy es día de pasar por el corazón la vida, acoger todo lo recibido, extraer lo mejor de todo ello, reconocer que en nosotros se han producido cosas maravillosas y es el momento, nuestro momento, de comprometerse con el futuro”.
Y así empezó una jornada muy emotiva en la que intercambiamos experiencias personales y de colegios, partiendo de unas sencillas preguntas que compartimos entre todos.
Y visitamos los lugares en los que Santa Cándida María de Jesús dejó su huella: La fachada de la Casa de la Concordia, la casa de San José, la Clerecía, el Colegio Mayor Montellano, la habitación donde se conservan muchos de sus objetos personales, la habitación donde entregó la vida al Padre…
Lunch en el claustro del Colegio Mayor y, cómo no, finalizamos con una eucaristía de acción de gracias, en la capilla de Mostenses, a los pies de los restos de la mujer que un día decidió que toda su vida fuera para Dios y, confiada en Él, se lanzó y emprendió la tarea que le había sido encomendada.
Doy gracias a Dios por todas las oportunidades que me ofrece de compartir con otros la experiencia de vida que supone haber conocido a las Hijas de Jesús y participar en su Proyecto Educativo.
Y también le doy gracias por los cientos de niños que han ido pasando a lo largo de estos más de 25 años que llevo en mi Colegio y por los que han de venir, pues en ellos descubro la ilusión y el deseo de llegar a ser hombres y mujeres capaces de hacer un mundo mejor.
Marisol Ortega.