Un año más, y ya son 18, nos hemos reunido los antiguos alumnos en esta celebración.
Junto a la Virgen Inmaculada y a nuestra Santa Cándida María de Jesús, hemos rezado juntos el Ángelus, que nos habla de la Anunciación y Encarnación del Verbo y entonado el Himno que nos recuerda el dogma de fe de la Inmaculada Concepción de la Virgen.
En este año, en el que el lema de la Fundación Jesuitinas nos dice “Cree”, hemos tenido muy presente que Cándida María de Jesús era una mujer de fe, “Fe, fe, fe viva, constante y eterna, y, con esto, trabajar sin descanso, que todo se pasa y Dios sólo basta”.
Estas son sus palabras y su fe no sólo era en Dios Padre, sino que siempre tuvo presente a la Virgen y a ella se dirigía con estas palabras “Desconfío de mí y pongo toda mi esperanza en Ti, queridísima Madre mía”.
Como un reflejo de su postura junto a Dios, es la que tiene la M. Cándida frente a la Virgen. Esta es su protección, su ayudadora, su seguridad. Solamente recordemos, como una clarificación de la idea, el encabezamiento de sus cartas: “La Purísima Virgen nos cubra con su manto”.
Y con este deseo nos hemos reunido en nombre de la Inmaculada Concepción.
Tras el acto en la capilla seguimos de fiesta compartiendo un aperitivo, momento que sirvió para el reencuentro y el recuerdo de momentos vividos a lo largo de la época colegial.
Felicidades a todos los que formamos parte de la gran familia de la Madre Cándida.
Marisol Ortega. Elche, a 6 de diciembre de 2019